Lograr el éxito en este mundo no es
fácil pero tampoco es imposible para conseguirlo se necesita de mucho esfuerzo
y dedicación. Josué 1: 9 “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no
temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que
vayas.”
En
este mundo solo hay dos puertas que nos hacen alcanzar lo que queremos. La
puerta angosta no solo nos lleva a la Salvación en el campo espiritual también
nos lleva al éxito en el campo secular. La puerta ancha que significa
acomodamiento nos promete una vida placentera pero nos lleva a la mediocridad.
La puerta angosta en el campo
espiritual nos garantiza una vida eterna. Y en el campo secular nos garantiza
un verdadero éxito. Mateo 7: 13 “Entrad por la puerta
estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la
perdición, y muchos son los que entran por ella;”
Los problemas en este mundo son
normales. Es por eso que Jehová es nuestro consolador. A demás del Espíritu Santo.
V 3 “Bendito
sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios
de toda consolación,”
Jehová nos consuela para que
nosotros hagamos lo mismo consolar a quienes también están pasando por
sufrimiento. V 4 “el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones,
para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier
tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por
Dios.” Note que pablo no dice que Jehová nos quita los sufrimientos él dice
que Jehová nos consuela.
Consolar no es sentir lastima por
alguien. Consolar es animar, dar razones para continuar, es estimular a otro
para que prosiga en su camino.
Entre más sufrimientos tenemos para
conseguir algo más debemos animarnos para lograrlo. V 5 “Porque de la
manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también
por el mismo Cristo nuestra consolación.”
Los padres o las personas que
tenemos a otros bajo nuestro cuidado nos convertimos en consoladores.
Como debe actuar un consolador.
1. No pobretear. Hay una palabra
que el consolador debe sacar de su vocabulario….”Pobrecito” el problema es que
muchos padres o madres de familia en lugar de estimular a sus hijos a seguir
luchando lo que hacen es decir: pobrecito está trabajando o pobrecito está
estudiando.
2. Darle un Propósito al
sufrimiento. V 6 “Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación
y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la
cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también
padecemos.” cuando alguien
no sabe que es lo que quiere el sufrimiento se hace mayor.
3. Buscar personas que tengan el
mismo propósito y sufrimiento. V 7 “Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme,
pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois
en la consolación.”
4. Hacer de nuestros sufrimientos
un testimonio de estímulo. V 8 “Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de
nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados
sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la
esperanza de conservar la vida.”
5. Entender que los sufrimientos
nos hacen acercarnos a Jehová y nos obligan a crecer y desarrollarnos de manera
espiritual y secular. V 9-10 “Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos
en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos; 1:10 el cual nos libró,
y nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará, de tan gran muerte;”
Clases de sufrimiento: levantarse
temprano, economizar dinero, pedir perdón, dejar de ver programas de televisión
que no son productivos.
Todas las cosas importantes
cuestan. En este mundo no todos son personas de éxito porque no todos están
dispuestos a pagar el precio. No dejes que la mediocridad invada tu vida.
Esfuérzate y confía en Dios, solo si te exiges podrás llegar lejos.