Y lo más triste es que esta incompetencia también ha ingresado a muchas iglesias de cristo.
Ya muchos
ministros le sirven a Jesucristo de cualquier manera no les interesa mejorar su
capacidad de servicio.
Muchos siervos de Dios consideran que su trabajo pastoral
solo se limita a preparar el tema que va a predicar el día que tiene culto y
dar unas cuantas consejerías.
Los cristianos cuando servimos a Cristo en algún ministerio decimos
pertenecer a la mejor empresa del mundo. Pero esto no solo debe ser una frase
de cajón. Debe ser real, la iglesia debe ser ejemplo de organización ante el
mundo.
Una persona competente es alguien preparada o capaz de
desarrollar o llevar a cabo de manera excelente lo que se le encomienda. Una persona
competente está dispuesta a luchar por cada día ser mejor.
Como ser competentes.
1. Entendiendo que solo Cristo nos
hace competentes. V 5 “no que seamos competentes por nosotros mismos para
pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de
Dios”
2. Conociendo lo que tengo que
hacer. V 6 “el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un
nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, más el
espíritu vivifica” El propósito de Dios desde hace mucho tiempo es que
sembremos la palabra de Dios en el corazón de los hombres. Jeremías 31: 31-33 “He aquí que
vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel
y con la casa de Judá. 31:32 No como el pacto que hice con sus
padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque
ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.
31:33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos
días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo
seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo”
3. Siendo Francos. V 12 “Así que,
teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza;” ser
franco no solo tiene que ver con ser sincero y
honesto con los demás. Para ser competente es necesario ser franco es
decir sincero con nosotros mismos. Reconocer nuestras fortalezas pero también
conocer nuestras debilidades. Para poder trabajar en ellas hasta lograr
superarlas.
4. Quitando todo prejuicio. V 14-15
“Pero el
entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el
antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es
quitado.
3:15 Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos.” Tanto en lo secular como en lo espiritual hay mucha gente que se cree inferior o superior frente a los demás.
3:15 Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos.” Tanto en lo secular como en lo espiritual hay mucha gente que se cree inferior o superior frente a los demás.
5. Dejando que Jesucristo nos haga
libres. V 16-17 “Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se
quitará. 3:17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el
Espíritu del Señor, allí hay libertad.” Si Jesucristo nos hace
libres de todo prejuicio podremos llegar a ser personas competentes.
6. Estar dispuestos a comenzar el proceso
de transformación con Cristo. V 18 “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta
como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria
en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”
Jesucristo quiere ayudarnos pero eso depende de nuestra disposición.
7. Mostrándonos a través de nuestro
trabajo. V 1-2 “¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros
mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para
vosotros, o de recomendación de vosotros? 3:2 Nuestras cartas sois
vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los
hombres;” más que nuestras palabras son nuestros frutos los que
tienen que hablar.
8. No rindiéndose ante la adversidad. 4: 1 “¿Comenzamos
otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos,
de cartas de recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros? 3:2
Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y
leídas por todos los hombres;” para esto se necesita esforzarse y ser valiente. Josué
1:9 “Mira
que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque
Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”
9. Esforzándose por cada día ser
mejor. 4: 2 “Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no
andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la
manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de
Dios.” esto significa que tendremos que capacitarnos constantemente.
10. No dejándose doblegar por las circunstancias. V 8-9 “que estamos
atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;
4:9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos” Dios
permite que tengamos dificultades para probar nuestra capacidad de reacción y
de acción si somos recursivos o no.
11. Amando lo que se hace. 15 “Porque todas
estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por
medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios.” Solo el
amor hace que podamos soportar cualquier adversidad.
12. Renovándonos internamente. V 16
“Por
tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va
desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.” Jesucristo
puede hacer que cada día nuestra alma se fortalezca y tengamos más pasión por
lo que hacemos. Este es el ejemplo de Calef. Josué 14: 10-11 “Ahora bien,
Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el
tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el
desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años.
14:11 Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi
fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para
entrar.”
Jehová es un Dios de excelencia y nosotros
somos hechos a su imagen y semejanza por lo tanto estamos hechos para alcanzar
la excelencia. Por esta razón él nos hizo competentes pero esto depende de nuestra
disposición.