Pero en la mayoría de los casos
esta frase parece decir: hasta que el aburrimiento, la monotonía, la rutina o
el nuevo amor los separe.
La verdad es que hoy en día el
índice de divorcios es muy grande y lo que es más triste dentro de ese alto
índice de separaciones se encuentran familias cristianas.
Muchos
otros cristianos no se separan porque a Dios no le agrada pero viven un
infierno total.
Como tener un Matrimonio de éxito.
1. Someterse mutuamente estando los
dos bajo la soberanía de Jesucristo. V 21 “Someteos unos a otros en el temor de
Dios” la clave no es quien somete a quien para Jesucristo todos
somos iguales. Gálatas 3: 28 “Ya
no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque
todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” lo único es que cada uno tiene una función
diferente.
1.1. Uno de
los dos o los dos deben proveer para la casa. 1 Timoteo 5: 8 “porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su
casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.” digo
alguno porque en este tiempo en el que vivimos ya no es tan fácil conseguir empleo
y en muchas ocasiones la que logra emplearse es la mujer.
1.2. Uno
tiene que cuidar la casa. Proverbios 14: 1 “La mujer sabia edifica su casa; Mas
la necia con sus manos la derriba.” igual que en el punto anterior si
la esposa es la que trabaja el esposo tendrá que cuidar de la casa. Si son los
dos los que trabajan tendrán que delegarse funciones para los dos encargarse
del cuidado de la casa.
2. Desarrollando la virtud del servicio.
V 22, 24 “Las casadas estén sujetas a sus
propios maridos, como al Señor, Así que, como la iglesia está sujeta a
Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.” El
mandato es para la esposa pero la verdad es que si en el hogar todos nos
servimos de los unos a los otros la felicidad será manifiesta. El hogar
funciona si nos servimos mutuamente y con amor. Gálatas 5: 13 “Porque
vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la
libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.”
3. El esposo debe ser el salvador
de su esposa es decir es el quien responde por ella y la cuida. V 23 “porque el
marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual
es su cuerpo, y él es su Salvador.” pero como estamos hablando de
igualdad podríamos decir que cada uno en la familia debe considerarse el
salvador es decir estar dispuesto hacer cualquier cosa por el bien estar de los
demás.
Se puede ser el salvador el uno del
otro cuando se es un verdadero complemento. Que hermoso el esposo poder decir
mi esposa es mi mano derecha y lo mismo poder la esposa sobre su esposo.
4. Amándose mutuamente. V 25 “Maridos, amad
a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo
por ella,” se hace más alusión al esposo porque para el hombre era muy
difícil expresar sus emociones de amor.
5. Embelleciéndose mutuamente. V
26-27 “para santificarla, habiéndola purificado en el
lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo,
una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino
que fuese santa y sin mancha.” cada uno debe preocuparse por
mejorar la vida del otro. ¿Tú que haces para embellecer a tu pareja? Una palabra,
un gesto o un pequeño detalle puede ser suficiente embellecedor.
6. Cada uno debe cuidar del otro
como así mismo. V 28 - 29 “Así también los maridos deben amar a sus mujeres como
a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque
nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como
también Cristo a la iglesia,” así como cuidas a tu
cuerpo deberías cuidar a tu pareja. ¡Claro si es que lo cuidas! Hay muchas personas
muy descuidadas de su propio cuerpo.
7. No permitir la involucración de
terceras personas en la relación de pareja. V 31 “Por esto
dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos
serán una sola carne.” hay muchos hombres y mujeres que la mamitis no los
deja desarrollar su propio hogar. Honra a tus padres pero no los involucres en
tu matrimonio.
Dios hizo a los matrimonios para
que las parejas pudieran vivir felices, si las familias son de éxito la sociedad
será de éxito si los matrimonios se descomponen la sociedad se descompone.
Recuerda que solo Jesucristo puede ayudarnos a tener matrimonios de éxito.