Nadie quiere estar enfermo por lo tanto
cuando miramos a una persona así sea con una leve gripa ya nos da miedo de
contagiarnos.
El
pueblo de Dios también estaba contagiándose poco a poco y esto era algo que al
apóstol Pablo le preocupaba mucho
Cuando la contaminación es física
nos podemos dar cuenta con más rapidez, pero cuando la contaminación es
espiritual no nos percatamos ni tampoco nos interesa.
La iglesia de corinto se estaba
contaminando muy rápidamente. V 1 “De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y
tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno
tiene la mujer de su padre” la maldad que se vivía en su
interior superaba a la maldad del mundo.
Que produce el contagio espiritual.
1. Encariñarse con la enfermedad,
sentirse orgulloso de ella. V 2 “Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien
haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que
cometió tal acción?” en una enfermedad física sería ilógico decir que
amamos la enfermedad. Pero en el caso espiritual muchas veces si amamos lo malo
que estamos haciendo. En el hogar nos sentimos orgullosos de gritar. Etc.
2. No echar fuera de nosotros lo
que está causando ese contagio. V 5 “el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la
carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.” pablo se refería
a que era mejor que ese hombre fuera expulsado para que al ser tratado en el
mundo sienta la necesidad de volver a los caminos de cristo. Muchas veces solo
la necesidad nos hace reaccionar y avanzar.
3. Creer que lo malo que hacemos es
muy pequeño e insignificante. V 6 “No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco
de levadura leuda toda la masa?” no importa si una papa es muy
pequeña, si está podrida tarde o temprano terminara pudriendo a las demás.
4. No limpiarnos adecuadamente
tanto físicamente como espiritualmente. V 7 “Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis
nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya
fue sacrificada por nosotros.” en una congregación es normal que continuamente estén
transitando cantidad de personas unas con buenas intenciones y otras con muy
malas costumbres por esta razón es necesario constantemente estar limpiando.
5. Juntarse con personas
contagiadas. V 9 “Os
he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios” el mundo está lleno de gente contaminada con la cual
tenemos que convivir de manera diaria. Pablo nos manda que nos alejemos de los
que dicen ser cristianos pero no lo son. V 10-11 “no absolutamente
con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con
los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. 5:11
Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano,
fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con
el tal ni aun comáis.”
6. No Lavar nuestra ropita sucia en
casa. Es decir andar contando nuestros problemas personales a gente extraña. 6:
1 “¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra
otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos?” soluciona
los problemas al interior de tu casa o de la iglesia. 6: 5 “Para
avergonzaros lo digo. Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que
pueda juzgar entre sus hermanos,”
7. La falta de tolerancia. V 7-8 “Así que, por
cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos.
¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser
defraudado?
6:8 Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos” la intolerancia lleva a las personas a vivir en constante guerra.
6:8 Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos” la intolerancia lleva a las personas a vivir en constante guerra.
Como evitar ser contagiados.
1. Vivir de manera digna en la casa
y en el templo. V 9-10 “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de
Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los
afeminados, ni los que se echan con varones, 6:10 ni los ladrones,
ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores,
heredarán el reino de Dios.” las malas costumbres dañan nuestra buena manera de
vivir.
2. Dejar que Jesucristo y el
espíritu santo nos limpie. V 11 “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya
habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor
Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” solo Jesucristo puede transformar nuestra vida.
3. Saber que aunque hay cosas que
no son prohibidas no nos conviene hacerlas. V 12 “Todas las
cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más
yo no me dejaré dominar de ninguna”
4. Creer que nuestro cuerpo es
templo del espíritu santo. V 19 “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois
vuestros?”
5. Portarnos bien por
agradecimiento a Dios. V 20 “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad,
pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”
No permitas que las malas
costumbres del mundo dañen las buenas costumbres que has adquirido con Dios. El
portarnos en santidad es más una cuestión de agradecimiento por lo que Dios ha
hecho en nuestra vida personal y familiar.