Cuando hablamos de matar
estamos hablando de esclavizar. La única forma de mantener esclavo a un pueblo
es si se lo mantiene en ignorancia.
Jose Marti dice: “la
ignorancia mata a los pueblos es por eso preciso matar a la ignorancia”
La verdad es que esta frase
es una frase que tiene relación con lo
que ya Jesucristo dijo hace mucho tiempo. Juan 8: 32 “y conoceréis
la verdad, y la verdad os hará libres.”
La
vida eterna consiste en conocer a Jehová. Juan 17: 3 “Y esta
es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a
Jesucristo, a quien has enviado”
Pablo en la primera carta
les había hablado acerca de la segunda venida de Jesucristo pero le preocupaba
que satanás los confunda. V 1-3 “Pero con respecto a la venida de nuestro Señor
Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os
dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por
espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de
que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe en ninguna manera;
porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de
pecado, el hijo de perdición,”
Satanás sabe que debido a lo
difícil de los últimos tiempos la gente no busca conocimiento la gente solo
busca milagros y él se los ofrece. V 8-9 “Y entonces se
manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y
destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es
por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos.”
Un pueblo ignorante es más
fácil de engañar. V 10-12 “y con todo engaño de iniquidad para los que se
pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por
esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin
de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se
complacieron en la injusticia.” a una persona sedienta de
milagros no se necesita darles ninguna explicación total a ellos no les interesa.
Lo único que nos puede
salvar del engaño del enemigo es si nos mantenemos firmes en la palabra de Dios.
V 15 “Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina
que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.”
Como evitar que la ignorancia nos mate.
1. Orando para que la
palabra de Dios no se estanque. 3: 1 “Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la
palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros.”
2. Cuidándonos de personas
que no quieren la palabra. V 2 “y para que seamos librados de hombres perversos y
malos; porque no es de todos la fe” los oponentes de la
palabra no están afuera, están adentro cambian la palabra de Dios por hermosos
discursos o conferencias.
3. Amando a Dios por lo que él
es y no por lo que nos puede dar. V 5 “Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de
Dios, y a la paciencia de Cristo.”
4. No juntándonos con
personas desordenadas. El desorden lleva a la ignorancia y al estancamiento. V
6 “Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro
Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y
no según la enseñanza que recibisteis de nosotros.”
5. Evitando la pereza. V 8 “ni
comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y
noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros” pablo no está
queriendo decir que trabaja día y noche de manera gratuita porque sin ser muy
inteligentes podríamos deducir que hace mucho tiempo ya se hubiera muerto de
hambre. A él le daban todo lo que necesitaba pero trabaja muy duro. Filipenses
4: 16 “pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez
para mis necesidades.”
6. Esforzándonos por
ganarnos lo que nos dan. V 10 “Porque también cuando estábamos con vosotros, os
ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.”
muchos al escuchar que la segunda venida de Jesucristo estaba cerca dejaron de
trabajar.
7. Evitando una vida de
ocio. Las personas ociosas se vuelven ignorantes. V 11- 12 “Porque
oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en
nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. A los tales mandamos y
exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su
propio pan.”
Los milagros son importantes
en nuestra vida pero no salvan. Lo único que salva es el conocimiento.
Abundancia de milagros sin conocimiento puede significar ausencia de Dios.