La perfección no es el fin del
camino, la verdadera perfección es un camino que hay que recorrerlo todos los
días.
Por eso el apóstol pablo no nos
habla del matrimonio perfecto, pero si nos habla de cómo podemos mejorarlo cada
día.
La perfección que nos habla Jesucristo
se refiere a la excelencia, ser excelente es tener la capacidad de cada día
mejorar.
Algunos
de los matrimonios de la iglesia de corinto estaban pasando por momentos de dificultad
al igual que muchos de los matrimonios de la iglesia cristiana actual.
Que los matrimonios tengan problemas
no era lo grave, en realidad los problemas no son el problema, el verdadero
problema está en no saber qué es lo que los origina.
Para solucionar de manera definitiva
los problemas que se nos presentan en la vida es necesario saber su origen.
De nada sirve que te la pases
secando el piso de tu casa si no sabes que es lo que está originando el agua
constante en el piso.
Es decir si no cierras la llave de
agua en vano te pasas el día trapeando o secando el piso, te vas a cansar, te
vas a dar por rendido o rendida y no vas a lograr nada.
Cual era la causa de los problemas
matrimoniales en esa congregación en especial, digo en esa congregación porque
el problema que ellos tenían probablemente no sea el tuyo o el mío.
Cada matrimonio es un mundo aparte
y cada uno tiene un problema diferente y lógicamente lo que lo origina también
es algo diferente.
La raíz de los problemas en los
hogares de corinto era sexuales. V 1 “En
cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar
mujer”
Por esta razón el consejo de Pablo
era que cada quien tenga su propia mujer o que cada mujer tenga su propio
esposo para que no estén todos contra todos. V 2 “pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga
su propia mujer, y cada una tenga su propio marido”
Teniendo en cuenta que el área sexual
en muchas personas pasa a ser una necesidad, pablo lanza algunas
recomendaciones para mejorar el matrimonio.
1. El hombre y la mujer deben estar
dispuestos a cumplir con sus obligaciones de pareja. V 3 “El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y
asimismo la mujer con el marido”
2. Los dos deben entregarse
mutuamente. V 4 “La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo,
sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo,
sino la mujer” la sexualidad no solo se limita a la parte sexual
como tal. La sexualidad se compone de varios factores.
·
2.1. Amarse. colosenses 3: 19 “Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis
ásperos con ellas” todas las parejas se unen porque se aman, lo grave está
en la incapacidad de poder expresar ese amor. A muchos no les gusta las caricias,
los besos, las palabras románticas etc.
·
2.2. El amarse debe ser una costumbre o una forma de
vida. tito 2: 4 “que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus
maridos y a sus hijos”
3. No se debe negar el acto sexual.
V 5 “No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún
tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y
volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra
incontinencia” muchas mujeres y muchos hombres deciden no tener o
no cumplir con su obligación en esta área.
·
3.1. Algunos siempre tienen una excusas para no
hacerlo, el típico el dolor de cabeza.
·
3.2. Otros en especial las mujeres se niegan como una
forma de castigo, venganza o manifestar su enojo.
4. Tanto el Hombre como
la Mujer deben entender, que una vez casados no se pueden separar. V 10- 11 “Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el
Señor: Que la mujer no se separe del marido; 11 y si se separa,
quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a
su mujer” saber esto n os permite buscar soluciones a
nuestros problemas.
·
4.1. Si la separación no es opción debo buscar la
forma de vivir bien, al mal tiempo buena cara.
4.2. Saber esto nos
haría pensarlo muy bien antes de casarnos. V 7-8 “Quisiera más bien que todos
los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la
verdad de un modo, y otro de otro. 8 Digo, pues, a los
solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo”
hoy los jóvenes toman muy a la ligera el acto de casarse.
Los matrimonios no podemos llegar a
ser perfectos pero si podemos llegar a ser mejores cada día, la clave: busca la
raíz del problema, que es lo que hace que vivas en constante discordia con tu
pareja.