Nuestra vida antes de conocer de
Jesucristo no era la mejor. Algunos tenían mucho dinero pero con muchos vacíos
en su corazón. Otros con diferentes problemas que consideraban no podían salir
de ellos.
En
el mundo experimentamos que hay muchas cosas que el dinero no puede comprar. No
puedes ir a la tienda o al supermercado y comprar un kilo de amor, de comprensión
o de paz. Hay un dicho que dice: “con el dinero puedes comprar el mejor colchón
del mundo pero nunca podrás comprar el sueño”
Cuando tuvimos un encuentro
maravilloso con Jesús sucedieron cosas maravillosas. Jesús no nos desprecia por
nuestra condición.
Que sucede cuando tenemos un encuentro con Jesús.
1. Sentimos su Llamado. V 3-4 “Mas yendo por el camino, aconteció
que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz
del cielo; 9:4 y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me
persigues?” no importa cual sea nuestra condición. V 1-2 “Saulo, respirando aún amenazas y
muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, 9:2 y le
pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos
hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén” Saulo
estaba en contra de la iglesia y tú y yo también rechazábamos la ayuda de Dios.
Cuando Cristo llego a nuestro corazón muchos no estábamos precisamente haciendo
cosas de santos. Saulo respiraba amenazas. Tú que respirabas.
2. Nos Interesamos por conocerlo. V
5 “Él dijo: ¿Quién
eres, Señor? Y le dijo: Yo
soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón” no
podemos enamorarnos de Jesús si no lo conocemos. Hay muchos cristianos que
andan tras de Jesús pero solo por un milagro.
3. Sentimos la necesidad de
ponernos a su disposición. V 6 “El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo
haga? Y el Señor le dijo: Levántate
y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer” muchos de
los cristianos modernos lo único que quieren es recibir un milagro. Pero nunca
tienen tiempo para servirle.
4. Comenzamos una Vida de Oración.
V 11 “Y el
Señor le dijo: Levántate,
y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado
Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora,” dejamos de depender de los
hombres y de nuestra fuerza. Para depender solo de quien si puede nuestro amado
Jesús.
5. Conocemos su Amor. Jesús es el
único que no destruye a sus enemigos. Los transforma para su servicio. V 13-15 “Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca
de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; 9:14 y
aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los
que invocan tu nombre. 9:15 El Señor le dijo: Ve, porque instrumento
escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de
reyes, y de los hijos de Israel” tú y yo somos útiles en las manos de Jesús, antes éramos
inútiles.
6. Empezamos a servir en su obra. Y
también de manera secular. V 20 “En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que
éste era el Hijo de Dios” dejamos de ser cristianos de espectáculos y de banca
para ser útiles a Jesús. En nuestras casas dejamos de ser aquellos que la pereza
los dominaba.
7. Nos convertimos en personas emprendedoras.
V 21-22 “Y
todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba en
Jerusalén a los que invocaban este nombre, y a eso vino acá, para llevarlos
presos ante los principales sacerdotes? 9:22 Pero Saulo mucho más se
esforzaba, y confundía a los judíos que moraban en Damasco, demostrando que
Jesús era el Cristo.” no importa los obstáculos siempre estamos dispuestos a
seguir para adelante. V 23-25 “Pasados muchos días, los judíos resolvieron en consejo matarle; 9:24
pero sus asechanzas llegaron a conocimiento de Saulo. Y ellos guardaban las
puertas de día y de noche para matarle. 9:25 Entonces los discípulos,
tomándole de noche, le bajaron por el muro, descolgándole en una canasta”
8. Experimentamos la verdadera paz
de Jesús. V 31 “Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea,
Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se
acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo” con
Jesucristo no es que no tengamos problemas, con Jesús los podemos resolver con
facilidad. Una cosa es tener problemas sin Jesús y otra muy diferente es tener
problemas estando con Jesús.
No luches en tus fuerzas por más
que lo intentes siempre vas a fracasar. Solo Jesús nos hace nuevas criaturas. 2
Corintios 5: 17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura
es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
La única forma de cambiar y
obedecer a su palabra es porque Jesús Nos da un nuevo corazón y un nuevo
espíritu. Ezequiel 11: 19-20 “Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré
dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les
daré un corazón de carne,
11:20 para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios.”
11:20 para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios.”
La presencia de Jesús en nuestra
vida es una promesa, lo único que tienes que hacer es creer. Mateo 18: 20 “Porque
donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos.”
Si tu sientes que res un cristiano tibio,
inútil, que solo vives por el show. Que tu vida espiritual ya no tiene sentido
que cada día sientes caer en la rutina y en el desánimo. Entonces necesitas
tener un encuentro con Jesús. Pídele al espíritu santo que te permita
experimentar su presencia Maravillosa.