7.4.14

Rompiendo Cadenas. Hechos 12

El término cadena proviene del latín catēna y hace mención a una sucesión de eslabones que están unidos de alguna manera. Estos eslabones pueden ser de distintos materiales, como oro, plata u otros.
Las cadenas tienen diferentes usos. Algunas son utilizadas como accesorios en la vestimenta para resaltar la belleza de quien la porta.
Otras son utilizadas para detener o privar de la libertad a alguien, sea animal o persona.

Específicamente las cadenas nos impiden avanzar. En este caso vemos como Pedro es encadenado para impedirle avanzar en la divulgación del evangelio. V 3 “Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y luego el ángel se apartó de él.
Pedro estaba durmiendo es lo único que consideraba que podía hacer podía hacer. V 6 “Y cuando Herodes le iba a sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel.” Muchas veces cuando estamos en la cárcel de la desesperación creemos que nada podemos hacer y pronto llega el desanimo.
Las cadenas de Pedro eran físicas y lo único que lo podría salvar era algo sobre natural a través de la intervención de Dios. V 7 “he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos.
Note que las cadenas se le cayeron de las manos en el momento en que él se despierta y se levanta, es decir en el momento en que se pone en acción.
Hoy tal vez ya no tenemos cadenas físicas pero si las podemos tener de manera espiritual, hay muchos cristianos que permanecen encadenados en sus propios prejuicios, todavía sienten envidia, rencor, todavía les cuesta perdonar.
Pedro estaba medio dormido no sabía si lo que le estaba pasando era realidad o solo parte del sueño. V 9 “Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión.” hoy en día también hay cristianos que siguen a Jesús pero no saben para que. Les cuesta creer que él es real y que está vivo.
Muchas veces hasta no vernos libres del problema no creemos que tenemos un Dios todo poderoso. V 11 “Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba.
Sean las cadenas espirituales o seculares lo único que nos puede hacer libres de ellas es el poder de la oración, y sobre todo la oración unánime de la iglesia. V 5 “Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.
Muchas veces somos muy buenos para orar el problema es que oramos y nos asustamos del resultado de la oración y muchas veces perdemos la bendición. V 15-16 “Y ellos le dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que así era. Entonces ellos decían: ¡Es su ángel! 
12:16 Mas Pedro persistía en llamar; y cuando abrieron y le vieron, se quedaron atónitos.
Nosotros ya somos libres por la sangre de Cristo pero de nada sirve si no lo creemos. Muchas de esas cadenas que nos atan y nos impide avanzar están en nuestra mente. Solo tenemos que tomar la decisión de arrancarlas o renunciar a ellas y seremos libres.
El elefante es uno de los animales más fuertes capaz de arrancar un árbol de raíz, pero entonces si están fuerte porque lo detiene una simple estaca de unos cuantos centímetros. El secreto está en que cuando el elefante era muy pequeño lo tenían atado a una estaca parecida, como él era muy pequeño no tenía la fuerza para liberarse, intento, una y otra vez sin lograrlo hasta que se acostumbro a estar encadenado a la estaca. Cuando grande el ya tiene mucha fuerza como para liberarse pero el sigue creyendo que no puede. Las cadenas en realidad están en lamente del elefante.
Cuál es tu cadena, que es lo que tienes en tu mente que no te deja avanzar. Despiértate y levántate ya Cristo te hizo libre.