Juzgar es calificar a alguien, es emitir
un concepto sobre alguna persona. El único justo que puede emitir un juicio
verdadero es Jesucristo. V 1 “Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera
que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo;
porque tú que juzgas haces lo mismo.”
No juzgar no significa que no
tengamos que llamar la atención o que no tengamos que corregir a quien está equivocado en sus actos. Hebreos 3:
12-13 “Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros
corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; 3:13
antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy;
para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.” la única
forma para llegar a la perfección es a través de la corrección. Sin corrección
no hay perfección.
Como poder vivir en paz y en Felicidad.
1. Corrige primero tu forma de
vivir antes de emitir juicios ante los demás. V 3 “¿Y piensas
esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú
escaparás del juicio de Dios?”
2. Sensibiliza tu corazón. No dejes
que las circunstancias lo endurezcan. V 5 “Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido,
atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo
juicio de Dios,”
3. No critiques has lo bueno
delante de Dios y de los demás. V 10 “pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno,
al judío primeramente y también al griego;”
4. No solo hables de las maravillas
de Cristo, muéstralo con tu forma de vivir. V 13 “porque no son
los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán
justificados.” Hay personas que viven en adulterio o fornicación y son las
más severas para juzgar a los demás.
5. Que el llamarte cristiano no
solo sea un apodo. V 17 “He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te
apoyas en la ley, y te glorías en Dios,” cuando nosotros hacemos todo lo
contrario de lo que predicamos avergonzamos el nombre de cristiano. V 21-23 “Tú, pues, que
enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de
hurtar, ¿hurtas? 2:22 Tú que dices que no se ha de adulterar,
¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? 2:23
Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?”
6. No vivas de apariencias en lo
espiritual ni en lo secular. V 28-29 “Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la
circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; 2:29 sino
que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón,
en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de
Dios.” Muchos cristianos
en la iglesia son unos ángeles, todos quieren estar con ellos pero en la casa
no se soportan ni ellos mismos.
7. No te creas mejor que los demás
reconoce que todos somos pecadores o que cometemos errores. 3: 9-11 “¿Qué, pues? ¿Somos
nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y
a gentiles, que todos están bajo pecado. 3:10 Como está escrito: No
hay justo, ni aun uno; 3:11 No
hay quien entienda. No hay quien busque a Dios.”
8. No seas Hipócrita. Mateo 7: 5 “¡Hipócrita!
saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja
del ojo de tu hermano.”
Ama lo que haces, aprecia lo que
otros hacen. No mires solo lo malo en los demás para estarlo juzgando detente
un momento también en sus cosas buenas y de esta forma harás que otros sean
felices y tu serás doblemente feliz.