Para Jesucristo y las sociedades avanzadas la familia es lo más importante. Jesús y sus discípulos eran una familia. Lucas 8: 21 “El entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen.”
Si queremos restaurar la sociedad
debemos comenzar restaurando la familia. Las familias somos como ríos y la
sociedad como el mar donde desembocan todos los ríos.
Familias descompuestas el resultado
es una sociedad descompuesta. Familias felices el resultado será una sociedad
feliz.
Como tener una buena convivencia familiar.
1. Se Ejemplo. No impongas las cosas
enséñalas a través de ser ejemplo. V 1 “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.” las
personas aprendemos más de lo que vemos que de lo que oímos.
2. Sometiéndonos los unos a los
otros. V 3 “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo
varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.” no se
trata de quien manda a quien lo importante es que capacidad tenemos para ponernos
de acuerdo con los demás en las cosas que estamos haciendo. Efesios 5: 21 “Someteos unos a otros en el temor de Dios.”
3. No Adquiriendo malas costumbres.
V 4-5 “Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta,
afrenta su cabeza. 11:5 Pero toda mujer que ora o profetiza con la
cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese
rapado.” en ese
entonces las mujeres prostitutas se daban a conocer por su cabeza rapada. Por
lo tanto en la iglesia era mal visto que las cristianas hicieran lo mismo.
4. Entendiendo que todos somos
iguales ante Dios. V 11-12 “Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la
mujer sin el varón; 11:12 porque así como la mujer procede del
varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios.” esto no
quiere decir que no tengamos límites.
5. Conservando la identidad de cada
uno. V 14-15 “La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es
deshonroso dejarse crecer el cabello? 11:15 Por el contrario, a la
mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es
dado el cabello.” Hoy en día es fácil encontrar muchos hombres con manías de
mujer y muchas mujeres con manías de hombre.
6. No siendo contenciosos. V 16 “Con todo eso,
si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las
iglesias de Dios.” El estar siempre a la defensiva y discutir por todo
se puede convertir en una mala costumbre.
7. Buscando un Tiempo para
compartir juntos. V 17 “Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque
no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor.”
No lleves trabajo a tu casa que puede ser el único momento que tienes
para compartir con los tuyos.
8. Buscando Propósitos juntos,
cosas en común. V 18 “Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia,
oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo.”
9. Aprendiendo a resolver
conflictos. V 19 “Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones,
para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados.” A un verdadero amigo se lo conoce en momentos
de conflictos ahí es cuando saca a relucir todo lo que en verdad hay en su corazón.
10. Honrando la casa de Dios y
honrado nuestra casa. V 20-21 “Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor.
11:21 Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene
hambre, y otro se embriaga.” la hora de la cena debería ser el momento más
hermoso en el cual podemos conocernos y unirnos en amor.
Muchas personas tienen el comedor
solo como de adorno o cuando llegan visitas porque los miembros de la familia
cada uno almuerzan en su habitación o le rinden culto al dios televisor y nadie
puede hablar.
11. Compartiendo de manera no egoísta.
Ayudándose de los unos a los otros. V 22 “Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O
menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué
os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.”
El secreto de la felicidad es poder
tener una buena convivencia es decir tener la capacidad de soportarnos,
entendernos y ayudarnos cada vez que nos necesitemos.